Más de 200 vecinos de San Martín de Unx están alojados en el Velódromo de Tafalla

El acceso al Velódromo de Tafalla, donde se está alojando temporalmente a los vecinos de San Martín de Unx, es un hervidero de actividad. Ya se ha acogido a unas 200 personas -la mitad de los habitantes del pueblo-, según los datos facilitados por el jefe de la Policía Municipal, Alfredo Ondarra, entre los que hay unos 15 niños y una treintena de mayores. En el exterior, policías y miembros de la Cruz Roja atienden a los recién llegados y organizan la llegada de víveres y otros enseres para los desplazados. También está el alcalde de Tafalla, Jesús Arrizubieta, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Jacinto Goñi. Dentro del Velódromo se encuentra medio centenar de personas, en su mayor parte mayores y niños. La mayoría de los vecinos de San Martín de Unx esperan en el exterior formando corrillos y sentados en bancos a la sombra.

Ángeles Valencia, Margarita Úcar y Charo Romero miran con preocupación hacia el monte cercano con unos molinos de viento, tras el que, en ocasiones, surgen nubes de humo del incendio que acecha a San Martín de Unx. Ellas forman parte de los últimos vecinos en ser evacuados, en torno a las seis de la mañana, y expresan su deseo de volver a sus casas antes de que anochezca. “Nos han dado bebida y un bocadillo. Nos están tratando divinamente”, comenta una de ellas antes de reconocer que están nerviosas y cansadas. Los más jóvenes del pueblo han vuelto a la zona del incendio para colaborar con los servicios de extinción.

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A pocos metros, Catherine Bridge cuida a su hijo de cuatro años y medio, Enaut, y a su perra, una labrador llamada Lur: “Hemos salido de casa con lo puesto. Solo cogido uno poco de agua y comida. Mi marido ha vuelto al pueblo para ayudar en lo que se pueda. Parece que lo están controlando”. Precisamente es la ansiedad por tener noticias la principal demanda. El jefe de la Policía Municipal ha trasladado a los vecinos que el fuego no ha alcanzado a las viviendas, una noticia que ha llegado por cauces oficiales. “Hay riesgo de que circulen bulos, por eso solo hay que fiarse de las fuentes oficiales y no hacer caso a mensajes de Whatsapp y redes sociales”, aconseja.

Todo está preparando para dar cobijo hasta a 200 personas en el Velódromo. Continuamente van llegando voluntarios con agua y comida. Estre estos están Iosune Goldaracena e Isabel Navarro, dos trabajadoras del supermercado BM de Tafalla. “Traemos bebidas y comida, también para las mascotas”, comentan mientras empujan un carro cargado con cajas hacia la entrada de las instalaciones deportivas. El alcalde ha agradecido la disposición del hotel Hola Tafalla, frente al Velódromo, para acoger a las personas más vulnerables, ya que disponen de aire acondicionado.