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Compras

Un Black Friday marcado por las restricciones

El aforo, la distancia y las medidas de higiene dejan algunas colas pero no aglomeraciones. Las cadenas optan por ampliar el periodo de ofertas para dosificar la afluencia de clientes y salvar la campaña

Imágenes de clientes en el centro comercial La Morea en el Polígono Cordovilla el viernes 27. Eduardo Buxens

Tras meses en los que todo está siendo atípico, el viernes negro (Black Friday) de este 2020 no iba a ser una excepción. La gran fiesta de rebajas heredada del calendario anglosajón con la que tiendas y grandes superficies llevan años inaugurando la temporada de compras navideñas, sinónimo de avalancha de ofertas y gente, mucha gente, abarrotando los estabecimientos para hacerse con la ganga del día, estuvo este año marcada por las restricciones impuestas por la pandemia de la covid.

Con el aforo limitado al 40%, la obligación de guardar distancia social y cumplir con las medidas de higiene, una buena parte de las cadenas han optado en esta edición por ampliar el periodo de ofertas y transformar el tradicional viernes negro en una especie de mes negro (Black Month). Buscan así dosificar la afluencia de clientes a las tiendas físicas y tratar de salvar una campaña que se quedará muy lejos de los números de 2019. También se han reforzado este año, sobre todo en los establecientos más grandes, los canales digitales ante la previsión de que una buena parte de la demanda llegue estos días por esa vía.

Cambios que en todo caso no evitaron que ayer, coincidiendo con la apertura de los centros, se formaran algunas colas en el exterior de los establecimientos aunque no aglomeraciones. Algunas de esas colas son ya habituales como la que suele formarse en el centro comercial La Morea y que ayer aglutinaba a poco más de 20 personas. El centro ha reforzado esta semana las áreas de seguridad y limpieza para dotarlas de más personal. “Trabajamos para que la desinfección sea permanente en todos los espacios comunes poniendo especial atención en aquellas zonas susceptibles de ser mayor foco de infección como aseos, pasamanos, botoneras y barandillas”, detalla Luisa Rigault, directora de Marketing.

Entre los clientes más madrugadores del centro, Estefanía, vecina de Barañáin. Tras el ritual de desinfección de manos se dirigió presurosa “a comprar un móvil para su hija en la Fnac” que “ya tenía fichado” y se llevará a casa con un ahorro de “unos 30 euros”. “Es una gozada venir a esta hora aunque hoy no creo que haya mucho problema... Da pena ver cómo está todo de vacío”, aseguraba sin dejar de caminar. A su lado, Virgina Puente se dirigía junto a su marido Esteban Maeztu “a por los Reyes” para los hijos. Una tradición que estos vecinos de San Jorge dicen seguir a rajatabla desde hace tres años. “El ahorro no es tan grande, pero nos lo quitamos y pasamos un rato agradable”, aseveran al unísono algo desconcertados “ante la poca gente que se ve. ¡Si hubiera visto como estaba esto el año pasado!”

Pero aunque la afluencia de clientes fue menor en las primeras horas del día conforme la jornada fue avanzando los pasillos de La Morea se fueron llenando aunque sin la alegría de otros años. “El cierre de la hostelería ha sido un mazazo para nosotros”, reconoce Rigalt.

TERRAZA Y APERTURAS

La restauración, aunque a medio gas, sí pudo abrir ayer en el centro comercial de Itaroa gracias a la terraza exterior. Hasta seis negocios levantaron allí la persiana. Según explica un portavoz del centro, necesitaron un día de margen para preparar los locales y de ahí que su apertura coincidieron con la celebración del tradicional viernes negro. También ayer la cadena alemana Tedi abrió en Itaroa un nuevo establecimiento, una apertura ya prevista pero que sirvió de reclamo en un día tan señalado en el calendario para las compras.

El miedo que una parte de los consumidores todavía sienten a permanecer mucho tiempo en espacios cerrados provocó que en las calles más comerciales del centro, con el aliciente de las terrazas para la parada del café ya abiertas, la afluencia de clientes fuera algo mayor, sobre todo, durante la mañana. Y eso se notó en establecimientos como el Corte Inglés donde llegaron a formarse colas coincidiendo con la apertura de puertas que hacia tiempo que no se veían. En todo caso, según remarca Miguel Bados, responsable de Comunicación y Relaciones Institucionales, no se alcanzó en ningún momento del día el aforo máximo permitido (2.937 personas entre todas las plantas). Bados se mostró satisfecho con el resultado de la campaña tras la “expectativa” con la que la gente acudió al centro, superior, reconoce, a la que habían previsto. La cadena lleva toda la semana con promociones, tanto en web como en tienda física, pero ayer ofrecía productos de moda con una rebaja ‘extra’ del 20% y un bono del 25% para gastar entre hoy y el lunes con la que logró atraer a un gran número de clientes.

Con todo, las bolsas de tiendas de moda se hicieron un hueco destacado entre los viandantes del centro. “Los descuentos son incluso más agresivos que otros años por la necesidad de sacar estocaje tras meses de confinamiento y restricciones”, reconoce Anabel, dependienta en una tienda de moda de Carlos III. Además de la moda, la tecnología ha seguido teniendo este año un peso importante dentro del viernes negro. “Son artículos más caros y eso se nota en los descuentos”, remarcaba un empleado en Mediamark.

Pese a la crisis sanitaria vivida, la incertidumbre por la segunda ola de contagios, el nuevo estado de alarma, y el endurecimiento de las restricciones, la moda del viernes negro no ceja en su empeño y sigue ganando adeptos. Se espera que la campaña asociada a este día genere nada menos que 4.800 empleos en la comunidad, según un estudio de Adecco. El e-Commerce será el principal beneficiado así como sectores vinculados a este como el gran consumo (alta perfumería, cosmética, electrónica, telefonía, juguetería, imagen, sonido...), la alimentación, la distribución, el retail, la logística, el transporte y la industria textil.

NUEVOS HÁBITOS DE COMPRA

La pandemia ha agilizado tendencias que ya estaban encima de la mesa y el comercio digital es, sin duda, una de ellas. Un estudio realizado por Google constata el cambio de los diferentes hábitos de compra. El 27% que solían hacer compras físicas en viernes negros anteriores este 2020 no las harán por ese canal. Por el contrario, se incrementa el número de personas que sí comprará en esa fecha, el 40% frente al 33% que lo hizo en el 2019. Sin duda, un aviso a navegantes en un entorno en el que solo el 15% de las empresas de menos de 10 empleados tiene tienda online.

Mientras el pequeño comercio y las tiendas tradicionales batallan por su supervivencia, el negocio ‘online’ gana parte del pastel en un día a día marcado por las restricciones y la huida de las aglomeraciones. Preparadores de pedidos, mozos de almacén, repartidores y carretilleros han sido algunos de los perfiles más demandados esta la campaña. Y tras el viernes negro se vislumbra ya la que se espera sea la Navidad más digital. La consultora KPMG pronostica que las compras y el consumo por internet lograrán cifras récord en el cuarto trimestre. La seguridad condicionará la frecuencia con la que el cliente se acerque a las tiendas que “no registrarán las tradicionales aglomeraciones de esta época”, concluye el responsable de Consumo y Distribución de KPMG, Enrique Porta.

<div class="box_grey">Claves

1. Menos gastos que el año pasado. Los navarros gastarán una media de 212 euros en la campaña del viernes negro, lo que supone un 7% menos que lo que declararon el año pasado (229 euros) por la pandemia y la incertidumbre económica que parece que afectará a las compras prenavideñas, según un estudio estacional del Observatorio Cetelem.

2. Canal online. Es el elegido, según este estudio por el 76% de los navarros que tenía intención de adquirir algún producto durante esta campaña de descuentos. Son 30 puntos más que lo declarado en 2019 y 11 más que la media nacional. Mientras, un 7% asegura que sólo comprará en tiendas físicas.</div>

Tras meses en los que todo está siendo atípico, el viernes negro (Black Friday) de este 2020 no iba a ser una excepción. La gran fiesta de rebajas heredada del calendario anglosajón con la que tiendas y grandes superficies llevan años inaugurando la

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