Mendillorri defiende su imagen
Mendillorri lleva dos semanas sin vida en sus calles. Cientos de personas deben permanecer aisladas “y los jóvenes lo están respetando”, según los vecinos. Han recibido la vuelta a la fase 2 con cierta indignación: “Se está dando una imagen equivocada”
- Pedro Gómez
Unos están aislados en casa, otros de vacaciones o en el pueblo y el resto tiene pocas ganas de salir. Mendillorri lleva dos semanas sin apenas vida. Lo constatan los comercios y la hostelería. Hay prudencia y cierto miedo. “Apenas damos desayunos”, explica el encargado del Taberna de la calle Sagaseta. Los habitantes de este barrio han recibido con tristeza la noticia de que vuelven a fase 2. “No sabemos muy bien qué supone. Creo que se puede salir a la calle normal”, admite una señora a la salida del supermercado. También hay indignación. “Nos han puesto en el disparadero. Salimos en medios nacionales como si fuéramos unos irresponsables. Se están mezclando cosas y se está exagerando”, explica Beatriz, que lleva 25 años en el barrio y que lamenta que se está “criminalizando a la juventud y a todo el barrio”.
Durante el estado de alarma, los vecinos del barrio formaron una red de 150 voluntarios, la mayoría jóvenes, para ayudar a mayores y dependientes en sus compras y recados. Ahora se están activando otra vez estos grupos de voluntarios. La paradoja es que muchos de estos jóvenes están aislados en sus casas por haber estado en contacto con infectados por covid-19. “Ahora son ellos los que van a necesitar ayuda”, explican en la asociación Bideberri, que lleva casi una década con actividades infantiles y juveniles en el barrio.
Bideberri había organizado una ludoteca, que iba a comenzar el pasado lunes. Finalmente fue suspendida. Los niños del barrio tampoco van a poder disfrutar de los parques infantiles, que de nuevo serán precintados. Los responsables de Bideberri consideran que se ha “criminalizado” a los jóvenes del barrio y que la mayoría son responsables y no salen de casa. “Las calles están prácticamente vacías de jóvenes. Nos gusta disfrutar pero también tenemos nuestros miedos”, comentan.
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Mendillorri, que nació en la década de 1990, tiene ahora un alto porcentaje de población veinteañera. Algunos vecinos admiten que hay botellones, en la zona del lago y en la campa del lado de Mutilva. “Nos ha tocado varias veces llamar a la policía”, comenta un matrimonio, que cita la conocida quedada de 200 jóvenes en el lago a principios de junio. Otros vecinos, sin embargo, aclaran que el origen del brote no está en esa quedada sino en el Casco Viejo el 6 de julio. “Muchos medios están mezclando cosas y causando confusión”, lamenta Elena.
Nieves Fernández de Arcaya, que regenta una farmacia en la calle Señoría de Olaz, ve muy positivo que se hagan los test a todos los jóvenes. “Va a dar mucha luz sobre la situación porque hay muchos casos asintomáticos”, añade. Vanessa y Janire, de 18 y 19 años, respectivamente, ya habían pedido cita. “Nos han dado cita a las seis y media. Supongo que entre los jóvenes hay interés en hacerse la prueba”, comentaba Janire. Juan Cazcarra, de 29 años, se ha quedado fuera de la franja de edad. “He pasado parte del verano confinado en Caspe (Zaragoza) con mis padres. Y ahora que he vuelto a Mendillorri me encuentro con esto”, comentaba en la cola del estanco.
<div class="destacado_100">Responsables del restaurante Ostargi: “Los jóvenes que vienen son muy respetuosos”</div>
El restaurante Ostargi tiene amontonadas varias mesas y sillas en un rincón. Ahora va a tener que retirar algunas mas para reducir el aforo al 50%. “Hemos notado un bajón. Este fin de semana ha sido un desastre”, comenta Ion. “Durante el curso suelen venir profesores del instituto y trabajadores del centro de salud, así que hemos perdido mucha clientela. Y ahora llega este mazazo”, expresa. El Ostargi está cerca del lago y del centro Antzara. “Por las tardes vienen jóvenes, pero son muy respetuosos. En Sanfermines tuvimos algún almuerzo, pero estos jóvenes no subieron al centro”, explica.
<div class="destacado_100">Juana Mari Otamendi, de la tienda Evasión: “En fase 2 la gente va a poder salir y hacer vida normal”</div>
El 15 de septiembre Juana Mari Otamendi va a cumplir 25 años al frente de la tienda de moda Evasión, en la calle Señoría de Egulbati. “Conozco muy bien el barrio y a su gente y me da mucha pena ver que se está sacando todo de contexto. Tenemos una juventud normal y en fase 2 vamos a poder salir a la calle y hacer vida normal”, comenta Juana Mari, miembro de la junta de la Asociación de Comerciantes de Mendillorri. “A partir de las doce no ha dejado de sonar el teléfono. Algunas amigas y clientes me preguntaban si iban a poder bajar a la tienda. Hay mucha desinformación”.
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