Un juguete muy poco infantil

E L juguete infantil cuya imagen acompaña estas líneas viajaba en un paquete originario de Holanda, con destino a Pamplona. Además de algunas piezas metálicas dispuestas a ‘despistar’ a los funcionarios que vigilan los escáneres, contenía 210 gramos de speed, 30 de MDMA y 8 pastillas de éxtasis, que no suelen ser materiales propios de juguetes de piezas para niños. El ‘mecano’ lo localizaron agentes de la Policía Foral, que han llevado a cabo una investigación que ha llevado a la detención de dos vecinos de Pamplona de 50 y 54 años, sin antecedentes. El juez los consideró responsables de un delito de tráfico de drogas y decretó su ingreso en prisión, en un caso bajo fianza de 2.000 euros.

Según señaló la Policía Foral, las investigaciones se iniciaron en febrero, cuando el Juzgado de Instrucción nº 4 de Pamplona recibió una solicitud de apoyo judicial de una fiscalía alemana. Las autoridades germanas habían tenido conocimiento de un paquete que había levantado las sospechas de los funcionarios del servicio postal. Al abrirlo, hallaron 250 gramos de speed. El destinatario del envío era un vecino de Pamplona de 50 años. Los agentes del grupo de Delitos contra la Salud investigaron a esta persona, que no tenía antecedentes. En el registro de su domicilio, llevado a cabo con el apoyo del Grupo de Intervenciones Especiales (GIE), se localizó en la vivienda 230 pastillas de éxtasis y 200 gramos de speed, además de 1.260 euros en billetes falsos de gran calidad. Fue detenido como presunto autor de un delito de tráfico de drogas y moneda falsa.

Las investigaciones continuaron y se identificó a otro vecino de Pamplona de 54 años, también sin antecedentes, que podía estar relacionado con los hechos. A esta persona se le localizó el paquete de la imagen, dirigido a su nombre.

Los investigadores constataron que uno de los detenidos tomaba grandes medidas de seguridad para evitar ser descubierto. No tenía ordenador en casa y contactaba con las redes de narcotráfico en la deep web o internet profunda, desde locutorios o cafés. Además, realizaba los pagos a través de bitcoins con el objetivo de dificultar la investigación policial.