Uno de los heridos en Lantz: “El conductor del autobús iba despacio”

La pareja de Itziar Buldain Beguiristain, empleada del supermercado Eroski en Berriozar, y de 40 años de edad, esperaba en Bera este domingo a que llegase. Le parecía raro que el autobús no hubiese llegado; también le parecía extraño que Itziar “no diera señales”. Por eso, decidió llamar directamente a la Policía Foral para preguntar si había ocurrido algún accidente en la N-121-A. En ese autobús, en el quinto asiento situado en el lado derecho, iba sentada Itziar Buldain. “Iba un poco adormecida. Del accidente no recuerdo nada. No sé ni quién me sacó del autobús ni cómo. Me han dicho que puede ser amnesia postraumática. Casi prefiero que sea así. No quiero recordar nada. La única visión que tengo es en la ambulancia. Me preguntaban cómo me llamaba y cómo estaba”, relata aún en el Complejo Hospitalario de Navarra. “Después, ya avisé a mi madre. Han pasado muchas cosas en poco tiempo”.

Como consecuencia del accidente, sufrió un golpe en la cara cuya secuelas son varios puntos en un párpado y en la boca. Su rodilla también se golpeó contra uno de los asientos. Por fortuna, no está rota. “La ceja me sangró bastante. Tanto que también tenía sangre en el pelo. Pensaba que me había hecho algo en la cabeza. Me hicieron un escáner. Salió bien”.

Otra de las pasajeras de este autobús, destaca que el conductor del autobús circulaba despacio. “Por fortuna, nos encontramos bien. Todo ha quedado en contusiones. Hubo un chico que coordinó todo muy bien dentro del autobús. Solo puedo decir que la atención ha sido maravillosa”.