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Los afiliados de ELA deben tributar por los ingresos de la caja de resistencia

La autoridad fiscal en Navarra da esa pauta a la consulta expresa de un particular sobre esta cuestión

Los afiliados de ELA deben tributar por los ingresos de la caja de resistencia Eduardo Buxens

Los beneficiarios en Navarra de los pagos de la caja de resistencia de ELA deben incluir esos ingresos en sus declaraciones de la renta, según establece la Hacienda Foral de Navarra, algo que no hacían hasta la fecha. Este sindicato recientemente tuvo que aceptar el criterio de la autoridad fiscal en Vizcaya, según publicó El Correo, sobre el tratamiento tributario de su caja de resistencia, un mecanismo gracias al que los afiliados reciben unos ingresos durante los periodos de huelga. La Hacienda vizcaína había abierto un procedimiento a ELA en relación con estos pagos, expediente que se ha resuelto con el acuerdo para abonar las retenciones correspondientes al 2% de los desembolsos realizados por este concepto en los últimos 4 años, a lo que habría que sumar los intereses de demora.


El sindicato abertzale ha acatado así el cambio de criterio de la autoridad tributaria en Vizcaya, que establece que el contribuyente que se beneficia de la caja de resistencia debe incluirlo en su declaración anual del IRPF. Según una consulta realizada a la Hacienda en Navarra sobre este tipo de pagos, es la misma pauta que se va a seguir en la Comunidad foral. Así, los importes percibidos de la caja de resistencia “derivan de forma indirecta del trabajo y de la relación laboral de su perceptor, debiendo, por lo tanto, ser calificados como rendimiento de trabajo personal”, según una contestación de la autoridad fiscal en Navarra a una consulta de un particular sobre la cuestión. Se entiende así que esos ingresos deben considerarse “como mayor base imponible”.

El ente tributario razona que el pago a los trabajadores que hayan participado en una huelga con cargo a una cuenta constituida al efecto, como es el caso de ELA, “constituye un instrumento por el que se garantiza al trabajador una renta que complementa el salario dejado de percibir al encontrarse en suspenso la relación laboral, de acuerdo con lo establecido en los apartados 1 l) y 2 del artículo 45 del Estatuto de los Trabajadores, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo (BOE de 29 de marzo)”. Por tanto, la finalidad de esos pagos es “suplir la pérdida de salario motivada por la situación de huelga”, motivo por el que son calificados como “rendimiento de trabajo personal” y deben tributar en la declaración del IRPF.


Frente a este criterio, desde ELA defendían este jueves que estos pagos deberían quedar exentos, ya que “no son asalariados” del sindicato, sino que perciben “una indemnización” mientras están en huelga. Además, denunciaban el cambio de criterio tras 40 años en los que no había sido necesario tributar. No obstante, reconocían que esos ingresos estaban en un “limbo legal”, ya que no se clasificaban “ni como exentos ni como obligatorios”. También añadían que estaban solicitando desde hace tres semanas una reunión con la Hacienda Foral de Navarra para aclarar la cuestión y fijar “un criterio firme”, petición que, por el momento, “no ha sido atendida”. Por tanto, los responsables de ELA desconocían el porcentaje de retención que tendrán que aplicar a sus afiliados en Navarra o si la organización tendrá que hacer frente al pago de intereses de demora. Esta situación también podría afectar a los afiliados al sindicato USO, minoritario en Navarra, que también dispone de una caja de resistencia permanente.


LA CAJA DE RESISTENCIA


Una cuarta parte de la cuota mensual que abonan los afiliados de ELA en Navarra se destina a engrosar la caja de resistencia. Desde ELA aclaraban que dicha tarifa se sitúa en 20 euros, pero se reduce a 10 euros para los jubilados y a 15 euros para los trabajadores a tiempo parcial. Gracias a este mecanismo mutualizado, los afiliados de ELA en huelga reciben pagos mensuales que oscilan entre 866,53 (actualizado a 901 euros este año) y 1.733,06 euros, según los datos que proporciona el propio sindicato en internet. Desde ELA matizaban que dichos pagos son un máximo, ya que nunca se abona una cantidad superior al sueldo habitual percibido.


De esta forma, estos trabajadores tienen la capacidad de mantenerse en huelga durante largos periodos de tiempo para doblegar a las empresas y organizaciones afectadas por lo paros. La tesorera de ELA, Amaia Muñoa, describía la caja de resistencia como “esencial para una negociación colectiva a la ofensiva”. El mecanismo es, por tanto, una de las armas más poderosas con las que cuenta ELA, que le proporciona una evidente ventaja frente a otras centrales sindicales entre las que despierta suspicacias. De hecho, ELA permite que, si alguien se afilia durante un paro, puede llegar a cobrar el 40% de los 866,53 euros a los que tienen derecho quienes pertenecen al sindicato desde hace más de más seis meses. Aquellos que llevan afiliados menos de seis meses en el momento de iniciarse el paro, cobran el 60%.


CRÍTICAS DE LOS BENEFICIARIOS


Los únicos criterios que fija el sindicato para abrir los pagos de la caja de resistencia es que la huelga sea superior a tres días, no necesariamente consecutivos, y que el beneficiario sea afiliado. En aquellas empresas en las que el porcentaje de afiliación al sindicato supera el 35%, la caja de resistencia proporciona 996,51 euros mensuales. Y si además ELA califica la huelga como estratégica, esos ingresos llegan a los 1.733,06 euros mensuales. No obstante, desde el sindicato señalaban la excepcionalidad con la que se declara una huelga como estratégica y que en los últimos años no había tenido esa consideración ninguna.


Desde ELA afirman que la caja de resistencia se emplea en Navarra con regularidad, ya que las huelgas de más tres días son bastante habituales. Uno de los casos más recientes fue el de la Casa de Misericordia, aunque en la hemeroteca también se han reflejado otros casos sonados a lo largo de los años. Así sucedió con la huelga realizada en Pamplonica en 2015. No obstante, el uso de la caja de resistencia también ha provocado descontentos en algunas ocasiones, como sucedió en 2013 con la huelga de más de dos años de los trabajadores de la zona azul de Tudela, en la que acusaron a ELA de haberles utilizado para otros objetivos sindicales.

 

<div class="tit_blue">Claves de la caja de resistencia</div>  

  • 10.000 afiliados a ELA en Navarra. El 25% de la cuota mensual que se abona, situada entre 10 y 20 euros, se destina a la caja de resistencia común para todos los territorios en los que opera ELA. El sindicato dispone de varios millones de euros para financiar los pagos a los huelguistas afiliados a ELA en País Vasco y Navarra.
  • ¿Qué es? La caja de resistencia es un mecanismo mediante el que algunas organizaciones sindicales proporcionan unos ingresos mensuales a trabajadores en huelga, de forma que estos puedan soportar la pérdida de salarios durante largas temporadas para doblegar a las empresas u organizaciones afectadas por los paros. En Navarra, solo ELA cuenta con este mecanismo.
  • Beneficiarios. Según está regulado por ELA, tienen derecho a cobrar de la caja de resistencia todos sus afiliados siempre que la huelga supere los tres días de duración. Incluso permite afiliaciones tras empezar los paros, en cuyo caso cobran el 40% de los 866 euros mensuales (901 este año). Los que tienen una antigüedad inferior a los seis meses al comienzo de la huelga, cobran el 60%.
  • Tributación. La Hacienda Foral de Navarra considera que los ingresos que reciben los afiliados por la caja de resistencia son “rendimiento de trabajo personal” y deben tributar en la declaración del IRPF. La autoridad fiscal navarra comparte así el criterio de la Hacienda en Vizcaya, que ha obligado a ELA a retener un 2% de los pagos en los últimos 4 años y a abonar los intereses de demora.
  • Casos. ELA recurre con regularidad a la caja de resistencia. En prensa se han reflejado algunos casos más sonados como el de Pamplonica en 2015. También lo hizo para la huelga de jardineros en Tudela en 2006 o la realizada en Corporación Dermoestética de ese mismo año. Los trabajadores de la zona azul de Tudela en 2013 acabaron acusando al sindicato de haberlos utilizado.

Los beneficiarios en Navarra de los pagos de la caja de resistencia de ELA deben incluir esos ingresos en sus declaraciones de la renta, según establece la Hacienda Foral de Navarra, algo que no hacían hasta la fecha. Este sindicato recientemente tuv

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