La ministra Tejerina asegura que hay agua para regar 21.500 ha en la Ribera
Viajó a Pamplona para subrayar su apuesta por la segunda fase del Canal
- M. Carmen Garde
Viajó hasta Pamplona en un momento político convulso por el desafío catalán y con una Galicia desgarrada por pirómanos, pero lo hizo con el fin de apagar el fuego que alimenta el cuatripartito en torno a la segunda fase del Canal de Navarra - la que llevará el agua del embalse de Itoiz hasta la Ribera-. “Hay recursos suficientes para regar 21.500 hectáreas”. Con estas palabras, la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, dejó claro ayer en la capital navarra que el Gobierno central y sus socios parlamentarios (UPN), apuestan de forma decidida por una obra que maximice las oportunidades de futuro y progreso para el sur del Comunidad foral y sus habitantes.
“Hay agua y hay voluntad. Nadie entendería que se hiciera una infraestructura mirando a la agricultura del pasado”, añadió Isabel García Tejerina, quien subrayó su intención de concertar el proyecto con los regantes. “Es una infraestructura que se proyecta hacia el futuro y el futuro pasa por la productividad, la eficiencia y un mejor uso de todos los medios de producción: fertilizantes, fitosanitarios, semillas y también el recurso agua”.
La ministra protagonizó un desayuno informativo, organizado por Navarra TV y al que asistieron 160 invitados en el hotel Tres Reyes. Acudió la presidenta del Gobierno foral, Uxue Barkos, y la consejera de Desarrollo Rural, Isabel Elizalde. Por parte del PP estuvo su presidenta en Navarra, Ana Beltrán, y la delegada del Gobierno central en Navarra, Carmen Alba. Igualmente, asistieron el presidente de UPN, Javier Esparza, y la secretaria general del PSN, María Chivite.
Itoiz, una obra “clave”
La situación de sequía que vive España sirvió a la ministra para remarcar que es “preciso impulsar” infraestructuras hidráulicas que permitan administrar adecuadamente un “recurso valioso y escaso”, como el agua. “Itoiz es un buen ejemplo de infraestructura clave.
Hacerlo fue una buena decisión. Nadie entendería que no hiciéramos la segunda fase”, indicó la titular agraria. Recordó que la ejecución de la primera fase del Canal de Navarra y su ampliación (Tierra Estella) ha servido para abastecer a tres poblaciones, una de ellas Pamplona; generar energía a través de dos centrales hidroeléctricas y llegar a 11.000 propietarios; y crear 38.00 hectáreas de riego modernizado y la oportunidad de un crecimiento para la agroindustria foral.
Ahora, el proyecto de la segunda fase se va a licitar a final de mes por la sociedad pública Canasa (60% Gobierno central y 40% Gobierno foral). Una vez que se presenten candidatos, se deberá adjudicar y, posteriormente, habrá que redactar y adjudicar un proyecto, que tendrá ser supervisado por la CHE y aprobado por la Dirección General del Agua del Ministerio de Agricultura, amén de otros trámites medioambientales. A grandes rasgos, hasta dentro de unos tres años, ya pasadas las siguientes elecciones autonómicas, no se prevé que se ponga en marcha una excavadora.
Cuantos más usuarios, mejor
Preguntada sobre las dotaciones de riego (6.400 m3 por hectárea), García Tejerina respondió que las dotaciones que están acordadas “solo” se modifican “si hay acuerdo de los regantes”. “Pero, insisto, la propia Política Agraria Común nos va a exigir avanzar hacia una agricultura más eficiente y más sostenible”.
En el turno de preguntas de los invitados, se le planteó qué pasaría si llegado el momento el Gobierno central y el Gobierno foral no están de acuerdo en el número de hectáreas. “El Gobierno central tiene en ella un 60 % frente al 40 % del Ejecutivo navarro, pero estoy segura de que vamos a llegar a acuerdo” .
Otro aspecto importante que remarcó la ministra es el deseo del Gobierno central y de UPN de aumentar el número de usuarios del Canal de cara a mejor los índices de rentabilidad. “Cuantos más usuarios más barata es la hectárea transformada”. Sobre resultados, dijo que son contundentes. “El valor de la producción de una hectárea de regadío multiplica por seis lo que se obtiene en una de secano”. Por eso, para García Tejerina la segunda fase debe alcanzar la mayor superficie posible. “Nadie entendería que se limitase el crecimiento de Navarra. Es un proyecto versátil y ambicioso. Muchas comunidades quisieran un proyecto así”.
Viajó hasta Pamplona en un momento político convulso por el desafío catalán y con una Galicia desgarrada por pirómanos, pero lo hizo con el fin de apagar el fuego que alimenta el cuatripartito en torno a la segunda fase del Canal de Navarra - la que
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