La plantilla del Fuentes de Ebro también se pone la camiseta de Osasuna
La plantilla del Fuentes de Ebro, el primer rival de Osasuna en la Copa del Rey, se enfunda la elástica rojilla para enviar todo su apoyo a los navarros en una cita histórica
- Borja Bernarte
- Luca Ciordia
Este miércoles se cumplirán 35 días desde que la plantilla del Fuentes de Ebro fue homenajeada en los prolegómenos del Osasuna-Sevilla, de los cuartos de final de la Copa del Rey. Unos minutos de pura pasión que todavía retumban en la cabeza del capitán aragonés Adrián Garín. “Fueron momentos de mucha emoción para nosotros. En toda la vida no podremos expresar la gratitud que tenemos hacia todo el osasunismo. Cómo nos aplaudieron, cómo animaban. El Sadar estaba precioso. Encima pusieron rock y grupos como Barricada, que aquí no se escucha”, bromea el futbolista que se siente un rojillo más: “Muchos de nosotros ya somos aficionados. El poco fútbol que veo es el Real Madrid, el Barcelona... y Osasuna. No veo ni al Zaragoza”.
Garín, junto al resto de sus compañeros, no dudó en enfundarse este martes la elástica rojilla para enviar toda la energía a los hombres de Jagoba Arrasate. Meses después del enfrentamiento en la primera ronda de la Copa del Rey, el vínculo entre la entidad aragonesa y la navarra sigue intacto. “Teníamos la sensación de que después de aquella eliminatoria se iba a normalizar la cosa, pero la verdad que se han portado muy bien con nosotros. Han estado ahí en la desgracia que tuvimos -el fallecimiento del futbolista Luismi- y mostraron su apoyo a la familia y amigos. Fue un gesto precioso”, apunta el capitán.
El centrocampista de Fuentes de Ebro, que lleva toda la vida en el equipo, luce con orgullo la camiseta de Pablo Ibáñez. El navarro se la dio tras el encuentro copero. “Después del partido nos quedamos esperando en la puerta de vestuarios a que saliesen los jugadores y nos fueron dando camisetas para todos. Cada uno se llevó una equipación. Yo se la pedí a Pablo Ibáñez, que por cierto hizo un partidazo el domingo ante el Sevilla. Era el jugador que tenía que cubrir en el campo y estuvimos todo el partido juntos. Quería tenerla”, rememora ilusionado.
Aquel duelo que se disputó el 12 de noviembre, y que finalizó con victoria navarra por 1-4, cambió las vidas de los futbolistas del Fuentes de Ebro, una pequeña localidad zaragozana. “Fue el partido de nuestras vidas y ahora más, que ellos han podido avanzar en las eliminatorias. Ahora podemos decir que jugamos contra el semifinalista de la Copa del Rey y que esperamos que sea finalista”.
LA GALIA ROJILLA EN ARAGÓN
Las palabras de Garín son sinceras y siente los colores de Osasuna como propios. La localidad aragonesa se ha convertido en una especie de Galia, un reducto de Aragón que anima a los navarros y donde el Zaragoza les provoca indiferencia. “Cuando estábamos organizando el partido nos metieron mucho miedo con el tema de las aficiones y la rivalidad. Todo quedó en una anécdota porque el comportamiento de todos fue excelente. En nuestro campo no se escuchó nada vejatorio y, mucho menos, el día que pudimos visitar El Sadar”, expone el capitán, que desconoce si se juntarán para ver el histórico duelo copero.
En lo deportivo, el Fuentes marcha segundo en la Preferente y acumula solo una derrota en los últimos doce partidos. El objetivo de ascender a la Tercera aragonesa sigue intacto, aunque Garín reconoce que la Copa les hizo bajar prestaciones esas semanas. “Vamos bien, pero no tanto como nos gustaría. El partido contra Osasuna fue muy bonito, pero no nos vino nada bien. Pierdes concentración porque en los dos partidos de antes nadie quería meter el pie. Estabas tan arriba, en un sueño, que después en algunos partidos no teníamos motivación y nos costó”, concluye.
Este miércoles se cumplirán 35 días desde que la plantilla del Fuentes de Ebro fue homenajeada en los prolegómenos del Osasuna-Sevilla, de los cuartos de final de la Copa del Rey. Unos minutos de pura pasión que todavía retumban en la cabeza del capi
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