Abde, en lo más alto de la Giralda
El marroquí volvió a marcar ante su amigo Bono para dar un triunfo vital a Osasuna
- Borja Bernarte
Abde subió las 35 rampas y 17 escalones que tiene la Giralda de Sevilla para divisar desde lo alto de la torre campanario las bellas vistas de la ciudad. El marroquí, con su gol en el 85, terminó de frenar la reacción local y conquistar el territorio andaluz en el día menos pensado.
Era el minuto 81 cuando el Chimy Ávila y Abde esperaban para entrar al césped. Las últimas dos balas de Jagoba Arrasate para acabar de rubricar un asalto inesperado en el Sánchez Pizjuán. El marroquí llegaba fresco después de disputar los últimos cinco minutos ante el Real Madrid y perderse el duelo de Pucela por sanción. En el recuerdo, el primer tiempo ante el Espanyol y una injusta expulsión que le mandó a la caseta antes de tiempo.
El habilidoso extremo marroquí tenía otra oportunidad para reivindicarse y sacar toda la rabia que guardaba dentro. En un partido sorprendente de Osasuna a nivel colectivo, la guinda del pastel llevó acento africano cuando apenas se había cumplido su cuarto minuto sobre el terreno de juego.
OTRA VEZ ANTE BONO
El destino quiso que el zarpazo final fuera otra vez ante el Sevilla, como ya ocurriera en los cuartos de final de la Copa del Rey, y ante su amigo y compatriota Bono. Un déjà vu de lo ocurrido en El Sadar hace unas semanas. Balón en largo, galopada y definición de auténtico delantero centro. La ejecución fue casi la misma en abmos escenarios. Un registro que era su asignatura pendiente.
El 2-3 ante el Sevilla llegó de la forma más sencilla. El fútbol moderno son datos filtrados, vídeos personalizados de cada jugador y detalles que muchas veces superan la lógica. Este deporte se ha convertido en un staff técnico lleno de personas con carreras universitarias cada vez más alejadas del balompié, pero a veces el camino del gol es muy directo. Ocurrió en el Sánchez Pizjuán. Saque de puerta de Aitor Fernández, que demostró su guante en la pie derecho, peinada de Pablo Ibáñez -su faceta más desconocida- ante Telles y carrera de Abde para posterior definición. Bastaron tres rojillos para tumbar al Sevilla.
“Ha sido un partido muy difícil hasta que en los minutos finales hemos podido meter gol. Estamos muy contentos”, apuntó el protagonista ante el micrófono del club. Abde es parco en palabras fuera del verde, pero no así en el terreno de juego donde trata de hablar cada vez que tiene oportunidad. “Estaba concentrado en la jugada. En el último momento me ha caído el balón a mí y he podido marcar”, se alegró el marroquí ante su primera diana liguera.
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