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El protagonista

El circo de Vinicius que desquició a Osasuna

El brasileño enfadó con su conducta y desequilibró con su juego

Vinicius levanta el dedo para celebrar el primer gol del Real Madrid Cordovilla

Cuando uno está permanentemente en el foco quizá sea el problema y no la víctima. Se habló demasiado en la previa sobre el nuevo protocolo de la Liga para proteger a Vinicius y lo cierto es que el que se pasó de revoluciones fue él. Primero insultando al árbitro -aunque lejos de su posición- y después protagonizando un encontronazo con Moi Gómez, quien hasta ahora nunca había tenido problemas con nadie. Significativo. Saltaron chispas. Hasta entonces, partido de guante blanco.

En lo futbolístico, el jugador más desequilibrante por el sector izquierdo, la zona que más aprovecha el Real Madrid. Tuvo las ocasiones más peligrosas hasta que se abrió la lata y fue un quebradero de cabeza para Moncayola y Diego Moreno, que entró posteriormente. Osasuna había visto tres amarillas en la primera parte realizando seis faltas. Una vara de medir peculiar la de Martínez Munuera. Se fue encendiendo la caldera de El Sadar, que vio a su equipo competir en muchas fases.

VINICIUS, CONTRA MOI Y EL ÁRBITRO

Hasta que llegó el punto álgido cuando Moi Gómez y Vinicius se toparon en el camino. El madridista comenzó su show con una protesta desmesurada, insultos incluidos, tras un saque de banda a favor de Osasuna. Pronunció “hijo de puta” mirando a Munuera. Había disputado el balón con el ‘16’ rojillo, quien después sufrió una falta del brasileño que pudo ser amarilla. Sí la vio Moncayola al frenar el avance de Vinicius ante el enfado de la afición y del canterano,. No hubo el mismo criterio tampoco para valorar una falta de Militao.

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Antes del descanso quedaba tiempo para una más. Vinicius le dejó la pierna a Moi Gómez, un jugador que se caracteriza por su tranquilidad y buen talante. Le recriminó la jugada al ser la segunda en poco tiempo. Se encararon durante varios segundos. El atacante blanco enfureció en esa exageración continua que lleva por bandera. Amarilla para los dos.

El episodio precedió al descanso, que aprovechó Carlo Ancelotti para pedirle explicaciones al árbitro. Otra imagen que caldeó los ánimos y que recordó a cuando Piqué saltó para protestarle a Gil Manzano.

En la segunda parte no hubo salidas de tono. Empezó con Vinicius marcando y celebrando, pero fue anulado ante la alegría de la grada. Era un leve aviso porque después solo un gran Sergio Herrera pudo evitar los goles del brasileño, diferencial en carrera.

La lesión de Rubén García trastocó el plan de Arrasate, que dio entrada a Diego Moreno. Sufrió las acometidas de los blancos por esa banda. Osasuna, que había sometido a su rival, iba cediendo metros. Vinicius firmó una gran asistencia para Valverde en el 0-1. En el tramo final se lanzó al suelo con supuestos problemas musculares. Un sector gritó “Vinicius muérete”, algo fuera de lugar y que vendrá recogido en el informe del observador de la Liga.

Insulto desde la grada en el minuto de silencio

Antes de acabar el minuto de silencio por las víctimas del terremoto en Turquía y Siria se escuchó “Vinicius hijo de puta” por parte de un aficionado. Un comentario que emborronó el máximo respeto que se había mostrado en ese gesto de los prolegómenos y que fue denunciado por seguidores en las redes sociales.

Cuando uno está permanentemente en el foco quizá sea el problema y no la víctima. Se habló demasiado en la previa sobre el nuevo protocolo de la Liga para proteger a Vinicius y lo cierto es que el que se pasó de revoluciones fue él. Primero insultand

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