La bronca que paró el amistoso entre Osasuna y el Brest: “¡Así no se puede jugar!”
La salvaje entrada de Camara a Pablo Ibáñez terminó con una tangana que no fue a mayores pero que detuvo el partido 4 minutos
- Gorka Fiuza
Poco tuvo de amistoso el partido entre Osasuna y el Brest. Hubo mucha intensidad en cada acción por parte de ambos, con acciones duras, y una entrada salvaje que hizo parar el partido cuatro minutos por la bronca posterior. Hasta que, por fin, llegó la paz para tranquilidad de todos.
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Corría el minuto 69 cuando Camara propinaba un fuerte golpe por detrás a Pablo Ibáñez. El grito del canterano fue importante y la reacción de sus compañeros no tardó en llegar. En el encuentro se había ido creando un caldo de cultivo de tensión por continuos pequeños enfrentamientos que acabaron haciéndose una montaña.
La criminal entrada del jugador del Brest indignó a Osasuna. Los suplentes saltaron desde el banquillo para recriminarle la acción a Mahdi Camara. Hubo zarandeos y golpes al inicio. “Hay que cortar estas cosas”, le decía Jagoba Arrasate al árbitro desde la banda.
"ESTO ES UNA VERGÜENZA"
Mientras, Pablo Ibáñez estaba tendido en el suelo. Por suerte, no tenía la pierna apoyada y el choque no le produjo una lesión grave. Sin embargo, presentaba un edema notable. “Lo tienes que echar”, proclamaban. “Cámbialo”, le decían al técnico.
El colegiado, al ver la escena, decidió expulsar al futbolista del Brest cuando inicialmente había visto la amarilla. “Esto es una vergüenza, así no se puede jugar”, se escuchó nítidamente por parte de un rojillo. El encuentro se disputaba a puerta cerrada.
EL BREST PIDE ACABAR CON 11
“El que no participa que salga del campo”, indicaba el árbitro Romero Freixas. Finalmente, tras casi cuatro minutos de discusiones, el partido se reanudó con Osasuna en superioridad numérica.
Entonces se produjo una surrealista petición desde el lado francés: poder introducir un futbolista en el campo para poder jugar once contra once. Lógicamente, el árbitro negó tal solicitud tras acercarse a la banda para conversar.
El partido terminó con enorme frialdad entre los jugadores y responsables de los banquillos. No fue a mayores y pasaron página rápido de lo sucedido.
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Diario de Navarra
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