La cesión de Manu Sánchez se congela
Osasuna no llega a las exigencias del Atlético de Madrid, que quiere un traspaso para beneficio de sus arcas
- Fernando Ciordia
Su nombre no computa en la nómina de fichajes puesto que es de sobra conocido para la familia osasunista, pero es una operación que está en el aire en los despachos del club. A pesar de que Osasuna tenía la cesión de Manu Sánchez encarrilada cuando terminó la temporada, lo cierto es que ahora se ha enquistado y no parece que tenga solución a corto plazo. De hecho, a día de hoy peligra seriamente.
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Osasuna quiere al jugador y el jugador quiere seguir otro año cedido en Osasuna. Sería la tercera vez. Hay voluntad mutua. Sin embargo, el Atlético de Madrid no sigue la misma línea. La entidad poseedora de sus derechos quiere obtener un beneficio por medio de un traspaso y la cantidad que está pidiendo se considera inasumible.
Ese es el escenario actual, condicionado por las necesidades financieras de la mayoría de los clubes de Primera para obtener ingresos o liberar masa salarial antes de fichar jugadores al exceder los límites salariales, según obliga LaLiga. Es el caso del Atlético de Madrid, no así el de Osasuna que ha seguido a rajatabla el baremo de gasto.
En el club consideran que el escaparate de haber jugado recientemente con la selección sub 21 le ha dotado de más valor en el mercado. El Atlético lo tiene en cuenta para sus posibles pretendientes u operaciones relacionadas. ¿En qué medida pesará la voluntad del jugador? Es un interrogante.
Es una situación que ahora mismo no depende de Osasuna, que veía con más optimismo el acuerdo hace un mes. Solo quedaría esperar a que bien entrado el verano se despejara el panorama y el Atlético accediera a la cesión. Ahora mismo, no es su idea. Manu Sánchez podría comenzar la pretemporada a las órdenes del Cholo. ¿Su destino? Se desconoce.
LAS VUELTAS QUE DA SIEMPRE ESTA OPERACIÓN
El zurdo de 21 años no tendría sitio para disponer de minutos en la plantilla colchonera. El Cholo ya se refirió a él cuando visitó El Sadar, destacando su evolución y el buen trabajo de Jagoba Arrasate con él. Pero su competencia en Madrid sería altísima en una escuadra con una exigencia superior. La idea del Atlético pasaría por obtener alguna rentabilidad.
La cesión de Manu siempre se ha desarrollado en un entorno de vaivenes. En el verano de 2020, Osasuna se daba por hecho que sería uno de los refuerzos antes del cierre del mercado estival de fichajes. No obstante, Simeone decidió que se lo quedaba, hasta que en la posterior ventana invernal se concretó por fin la salida.
Fue entonces cuando se destapó con cuatro asistencias de gol en 16 jornadas. Encandiló a Arrasate, que volvió a pedir su cesión para la 2021-22. Pese a que estaba en la mente de todos, la resolución no se produjo hasta el 17 de agosto.
Osasuna se había reforzado con Cote y estaba Juan Cruz. Había nubarrones. El jugador seguía pagando el alquiler de su vivienda en Pamplona, toda una declaración de su voluntad, pero el Atlético había sido reacio en las primeras semanas. Llegó a pedir a Osasuna 8 millones por su propiedad. El deshielo se produjo al comenzar la Liga. Era la segunda cesión.
Pendientes de si habrá una tercera y siendo muy del gusto de Jagoba, que le ha dado la confianza en 33 partidos este curso, Osasuna todavía tendría el puesto cubierto para comenzar la temporada. Con todo, se desmiente cualquier interés por Pep Chavarría, lateral izquierdo del Zaragoza. Toca esperar por Manu.
Su nombre no computa en la nómina de fichajes puesto que es de sobra conocido para la familia osasunista, pero es una operación que está en el aire en los despachos del club. A pesar de que Osasuna tenía la cesión de Manu Sánchez encarrilada cuando t
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