Hará falta más que una pintada
- María Vallejo
La pared de El Sadar junto al bar El Bodegón anochecía ayer de nuevo pintada de blanco. El club había mandado quitar el mural encolado que había sido objeto de vandalismo. Un operario lo retiró y todo quedaba convertido en miles de pedacitos, desparramados por el suelo. Entre esos trocitos había partes de una esvástica al revés y las palabras “puta” y “feminazi”. Una mano de pintura blanca recuperó el tono de la pared previo a la intervención del artista. ¿Y aquí no ha pasado nada? Sí, pasa. Y hay que contarlo.
Hará falta mucho más para eliminar la gravedad de la afrenta contra el honor de la gran capitana de Osasuna, mujer emblemática y luchadora, que lo único que ha hecho es abrir camino a muchas niñas con su ejemplo, su carisma y su manera de superar obstáculos en un deporte al que le está costando normalizar que las mujeres pertenezcan a él.
Pero hará falta mucho más que una vergonzosa y denunciable pintada para que las Mais Gardes, las mujeres valientes, las que defienden poder dedicarse a lo que les dé la gana dejen de hacerlo. Porque por cada impresentable que las insulte y les diga “puta” y “feminazi” por querer ser lo que quieran surgirán decenas de voces que los aplastarán con su desprecio.
La pared de El Sadar junto al bar El Bodegón anochecía ayer de nuevo pintada de blanco. El club había mandado quitar el mural encolado que había sido objeto de vandalismo. Un operario lo retiró y todo quedaba convertido en miles de pedacitos, despar
Diario de Navarra
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