Imanol Elías encontró calor tras la zona de confort

Imanol Elías Ayllón (Pamplona, 1990) destila elegancia por fuera, experiencia en su currículum y madurez en sus palabras. Ya no es ese joven guardameta de 22 años que dejó Osasuna y no sabía qué se iba a encontrar tras la zona de confort. Dicen que, fuera de equipos de primer nivel, hace mucho frío pero el navarro no se arrepiente de la decisión que tomó en 2013. “Salgo de Osasuna, donde todo era de maravilla. Estás acomodado, no te falta de nada, todo son facilidades y estás en el club de tu tierra. Me fui a la aventura y, aunque también lo pasas mal, solo puedo sacar cosas positivas. No me arrepiento de la decisión. No se acaba el mundo. Las experiencias son brutales y he podido seguir viviendo de lo que más me gusta”, se sincera el arquero pamplonés en la grada del estadio Valle de Aranguren donde ahora defiende el marco de la Mutilvera.

Elías pasó por todas las categorías inferiores de la entidad rojilla hasta llegar al Promesas. Compitió en Segunda B y era un habitual con el primer equipo, bajo las órdenes de José Luis Mendilibar. Andrés Fernández, Asier Riesgo e Imanol Elías. El tridente guardián de la portería. Le faltó el último paso, quizá el más complicado. Tan cerca, pero a la vez tan lejos. “A la hora de dar ese pequeño paso pudo faltar cierta confianza para apostar por mí o no la percibí como tal. Llegó un momento en que decidí que, si no era para subir ese escalón que faltaba, había que salir de ahí”, expone el meta de 32 años.

Lo cierto es que en la demarcación de portero, los últimos navarros han sido Richard Sanzol y Juantxo Elía, a principios de los años 2000. Ha llovido desde entonces. ¿Qué opinión tiene Imanol de ello? “Los datos están ahí y no ha habido en los últimos años. No sé la causa. Quiza porque ha habido mejores oportunidades fuera. No lo sé, pero eso está ahí. Como navarro y osasunista yo pienso que cuantos más jugadores de la tierra haya en el primer equipo y más oportunidades se den a los de aquí será mucho mejor”, confiesa.

Tras rescindir su contrato, el Zamora le abrió sus puertas a Imanol Elías. Después llegó el Mirandés, equipo con el que disputó diez partidos en Segunda. Penya Deportiva, Langreo, Haro, Poblense... “No he tenido nunca estabilidad, quitando las dos temporadas en Miranda. Tiene sus cosas buenas y malas. Me encanta moverme, conocer sitios y gente y he podido disfrutar eso, pero es cierto que no ha habido continuidad. No sé si hubiera sido mejor o peor”, apunta.

Ahora, con 32 años, ha encontrado estabilidad en la Mutilvera: “Terminé en Mallorca y estaba un poco cansado de danzar de un lado para otro. Me vengo a Pamplona con la intención de coger algún equipo cercano. No salió nada que me convenciera, pero me seguía picando el gusanillo. Me interesé por la Mutilvera porque creía que aquí podía disfrutar. Fue todo muy facil”.

La situación deportiva se complicó en las primeras jornadas. El equipo navarro se hundía en la clasificación. Llegó el cese de Andoni Alonso, que había estado las últimas cinco temporadas llenas de éxitos: “Entramos en una dinámica en la que no nos salía nada. Las sensaciones no eran buenas. El cambio ha sido fundamental. Ha cambiado la cabeza de los jugadores y Erice, desde su experiencia como futbolista, nos ha implantado retoques”. El rumbo de la Mutilvera ha cambiado 180 grados. Los blanquillos suman seis triunfos consecutivos como local y siete victorias de los últimos doce partidos. Ahora son novenos y Elías disfruta de la titularidad. “A corto plazo quiero acabar la temporada lo mejor posible porque hemos estado muy mal. De cara al año que viene ya se verá”, concluye.